Tomado Textualmente del Blog de Areyes del MILENIO.COM(todos los derechos reservados para el solo es una retransmision )
Amor y camisolas
Lun, 14/02/2011 - 00:36 — AReyes
Campamento guerrero al pie del Izta.—Escoge: los scouts o yo.
¿Qué escultista de hueso colorado no se ha visto en la embarazosa situación de escuchar dicha pregunta, formulada en tono de ultimátum, por su tortita, querreque, panquecito con miel o séase novia, justo antes de traspasar la puerta que da a la calle, con la mochila de campamento al hombro?
Al menos, uno puede prometer cavilarlo esa noche, antes de meterse al sleeping, y darle la respuesta la próxima semana, al regresar.
Si una ventaja tiene que la dueña de nuestras quincenas sea ajena al Movimiento es que, cuando te mandan a volar, el asunto no pasa de serte devuelta una caja con todos los escudos, pines, maderitas pirograbadas y rocas traídas de quién sabe qué recónditos lugares y poseedoras para ti de inestimable valor sentimental, enterándote que para ella nunca dejaron de ser basura, y después traten de propagar infundios sobre tu persona, señalando tu sospechosa manía de ponerte pantalones cortos todos los fines de semana. Acusaciones fácilmente rebatibles al aducir que son producto del despecho.
Ah, porque los noviazgos entre scouts son mucho peores.
Más de una brillante y promisoria carrera escultista se ha ido a pique por un lío de faldas.
Vean si no: cuántos jefes de manada de lobatos, jefes de tropa de scouts o comisionados de clanes de rovers conocen, cuyas respectivas media naranjas sean jefas de manada de gacelas, jefas de tropa de muchachas scouts o comisionadas de clanes de precursoras.
La imagen que proyectan es de lo más fácil que derive en el patetismo: verlos llegar, sonrientes, cargando su respectiva carpeta del scouter, de la misma marca y modelo (y hasta vistiendo el mismo diseño de chamarra, ¡uugh!), encontrándoselos durante años, cual simbiótica visión, igual en fiestas, excursiones, misas, campamentos o cafeterías donde se realizan las reuniones de programa.
Se imaginan eso a la hora del truene.
El clímax de este culebrón sobreviene a la siguiente actividad, cuando todos los asistentes enmudecen de súbito al aparecer el susodicho dirigente, acompañado de una tipa —por lo general, también scout, pero de un grupo desconocido— quien se deshace en arrumacos sobre su hombro, mientras la considerada hasta la semana anterior como su pareja perfecta abandona intempestivamente el lugar ahogando un sollozo, seguida de cuatro solidarias amigas dispuestas a consolarla y no volverle a dirigir palabra al que a partir de ahora será conocido como un canalla.
Normalmente, después de esto ella abandona el Movimiento y el otro termina casándose a los tres meses.
Resulta espeluznante pensar cuál es una de las causas de desintegración de un grupo o provincia.
Tan sólo conocí el caso de una mujer —de la cual me reservo el nombre: podrá decir que soy un chismoso, más no que he dejado de ser un caballero— quien sobrevivió a varios relevos de galán sin consecuencias tan nefastas para nuestra organización. Y eso que anduvo con un dirigente de provincia y otro de nivel nacional. Hoy es la feliz esposa de un joven y prometedor ejecutivo de importante empresa japonesa instalada en México.
No quiere volver a saber nada de scouts.
Llamadas de silbato
REFRITOS: Perdón, pero el que el hipoglucémico Día de San Valentín cayera cuando renuevo el blog, hizo irresistible retomar este texto incluido en Sombrero de cuatro pedradas, el cual presenta algunos anacronismos que no impiden estar ni mandado a hacer para la fecha... OTRO CHISTORETE: Éste me lo contó mi cuate Omar Sengua, vecino del área comercial del EEAS de Monclova: “Mamá, mamá, en la escuela me dicen que estoy loco.” “¿Quiénes, mijito?” “¡Las malditas ardillas!”… OTRA ANÉCDOTA DEL CAMPAMENTO SCORPIO: La primera noche se produjo el ataque del equipo azul sobre el amarillo, alrededor de la caja de agua de Nexcoalango, en una escena extraída de La guerra del fuego, donde cro mañones y neandertales fueron sustituidos por escuincles enchamarrados agarrándose a piñazos al pie de la cabellera del Iztaccíhuatl, sumado al hecho que, a media refriega, uno de los contendientes tuvo a bien caerse dentro de la inmensa pileta que recoge el agua de deshielo del volcán adyacente, en pleno invierno y sin pasar a mayores, por fortuna… CANDIDOTES: Ya circulan los nombres de los aspirantes a renovar el Consejo Nacional de la Asociación en la próxima Asamblea Nacional de asociados, entre los que se encuentran algunos viejos conocidos de este espacio, como Arturo León y Vélez Avelar y José Luis Cárdenas Cortés; el primero, director ejecutivo nacional de la Asociación hasta los primeros días del año pasado que fuera despedido del cargo, lo cual no hablaría muy bien de sus aptitudes para querer ahora sumarse a este órgano directivo, a menos que explote una imagen de víctima; en el caso de Cárdenas Cortés, se sabe que acaba de renunciar a su cargo de comisionado nacional de Relaciones para concentrarse en su “campaña” para ingresar al Consejo. Seguramente pretenderá ensalzar lo logros de la comisión que encabezara por varios años, mismos que nos hemos dedicado a analizar en este espacio desde hace años. Sugerencia: mejor que presuma su carisma u alguna otra cosa. (14/feb/11)
Monday, February 21, 2011
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